María Novillo nació en Toledo (donde sigue residiendo su familia), a los 18 años se fue a Madrid a estudiar Matemáticas y se quedó a trabajar. También ha vivido experiencias internacionales (tres años en Brasil).
No tenía ninguna vinculación con León, pero tras “vivir la pandemia en Madrid, en un piso de 35 metros cuadrados” un día descubrió en LinkedIn el programa de atracción de talento del Ayuntamiento de León: “me llamó la atención y contacté, y me asesoraron genial para mejorar el diseño de mi CV”. En una entrevista vía Skype se concretaron los perfiles profesionales de su interés y empezó a participar en varios procesos de selección de empresas locales, hasta que la oportunidad se concretó en Software One, empresa en la que trabaja como Agile Manager desde mayo de 2021.
“Fue todo muy rápido, en menos de un mes organicé mi mudanza y me había trasladado a León. Necesitaba un cambio de aires y quise probar la experiencia”. Hacía justo 7 años que había hecho algo similar, un cambio de rumbo, “ayudando a una empresa española a montar su filial en Sao Paulo (Brasil)” y ahora le atraían un puesto y una ciudad nuevos.
De su vida laboral en estos 8 meses en nuestra ciudad destaca que “nunca he tardado tan poco tiempo en llegar al trabajo, a pesar de ir en coche hasta el Parque Tecnológico, llego sin atascos, con apenas alguna pequeña retención ocasional”. Puede teletrabajar 3 días desde casa y el hecho de “contribuir a la creación de un nuevo proyecto” -su empresa está recién instalada en la ciudad- es un desafío apasionante. De hecho, fue la segunda persona contratada para la sede de León, desde donde se da soporte a toda Europa. Como jefe de proyecto, supervisa “precio, calidad y plazo” del desarrollo de software, en un equipo de más de treinta personas.
Y en el plano personal, María destaca especialmente las posibilidades de ocio en la naturaleza, y se muestra sorprendida porque, como aficionada a este tipo de actividades, “suenan mucho más otras zonas del norte de España, como Asturias o Cantabria”. En su opinión “falta un poco de marketing” porque lo que ha conocido en sus rutas hasta la fecha -Puebla de Lillo y Riaño, Picos de Europa, Babia y Luna, los Ancares, el Bierzo, Omaña…- no tiene que envidiar a otras regiones, “con la ventaja de que lugares muy bonitos pueden disfrutarse casi en solitario, nada masificados”.
Practica un tipo de entrenamiento basado en ejercicios de fuerza con el propio peso, tres veces por semana, en el Parque de La Granja o en Eras de Renueva. Es una “forma de esparcimiento y ejercicio al aire libre muy recomendable en estos tiempos de pandemia en que huimos de espacios cerrados”.
Las tapas incluidas con la bebida en los bares y el ocio cultural “gratuito o muy económico, como el Albéitar, el Jardín de Juan del Encina o el Auditorio” es algo “sorprendente y destacable”, en palabras de María.
A los que se lo están pensando, les dice que aquí “se darán cuenta de que pueden vivir en casas más grandes por menos dinero, tienen más tiempo para su vida personal, para el ocio, las relaciones sociales, hacer deporte, recados… en una ciudad bien comunicada” en la que ella ya aprendió que -en pleno verano- se sale de casa con la chaquetina.